En esta loca economía del amor,
Ganamos besos ,perdemos abrazos multiplicamos deseos,
Y es que en este tiempo no asumo perdidas,
Aunque sabes que perdí los besos en la mañana,
Y perdí el abrazo en la noche,
Y perdí las conversaciones,
Y las peleas que nos unen,
Y la risa sin razón,
Y la planificación de sueños
Y la construcción de recuerdos
Pero ahora vivo por un abrazo,
Por una conversación,
Por una pelea,
Por una risa sin razón,
Y planifico los sueños y los recuerdos fijados, creados
Y amortizo felicidades y los intereses de lágrimas se acumulan,
Y no se cómo y no recuerdo cuándo firmé esta hipoteca de mi vida,
Y allí invierto años, resto salud,
Y aumentan las dolencias,
Se me divide el salario,
Se me cansa el alma,
Y toda esta inflación que me carcome
Todo por la plusvalía de tu cuerpo,
La alta cotización de tus ojos
la caída de los precios de almas
Y todo este sacrificio para tenerte dormida a mi lado y en mis sueños
Y sentir tu respiración en mi piel
Y no sufrir la pérdida de otro beso
De otro abrazo
De otro recuerdo no creado ,no formado
De otra mirada ansiada pero solo imaginada
Es completamente ilógico, increíblemente onírico, y claramente satírico, El picante y miel de tus besos que me endulzan y me encienden sin razón o control, Que hace que se deshaga en mi boca el tiempo como el azúcar sobre tu lengua, Y a la vez hierves mi sangre y enciendes mi piel, Y es así que sin querer o queriendo de pronto, que no sabes a nada, porque me abandono a ti y allí me consumes en tus besos y yo acepto Deshacerme en ti ,por ti, en tus labios, en tu loca boca, Es exótico, estratégico , táctico, Cómo intercambiamos de sabores, Como cambiamos de sabores, Y te conviertes en mi vino y yo en tú barquilla, Tu me embriagas yo te empalago, Y de pronto, tú te emborrachas, mientras me oculto en el dulce, En el salado, en el amargo y En el picante que poco a poco Se deshace en tu boca loca que me desboca, Y estas allí y yo aquí, Tan lejos que nuestros labios no se tocan Pero se recuerdan y se gozan Yo aquí tomando un té con miel recordándote Tu allá con un cho
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